LUMIÈRE & CÍA


LUMIÈRE & CÍA: TOMA 03, "CROISSANT CON QUESO"



Lumiere

El 2 de Enero de 1896, cinco días más tarde de la exitosa presentación de su cinematógrafo, los hermanos Lumière fueron contratados por Marcel Lenoir, director del Grand Hotel La Belle Paris, para realizar una sesión fotográfica en los bellos jardines del hotel junto a su nueva esposa, Mina Toussant. Hasta allí se dirigen nuestros fotógrafos en su carruaje tirado por dos caballos. En los laterales del carruaje se lee “Taller de Fotografía Lumière”. Louis lleva las riendas, Auguste se sienta a su lado en el pescante.


LUMIÈRE & CÍA: TOMA 02, "GUIONISTAS"


LUMIÈRE & CÍA


Taller de Fotografía Lumière. Residencia familiar situada justo encima de este. Es la 1:00 de la madrugada y en el comedor, iluminado tan solo por unas velas, los hermanos Lumière, Auguste y Louis, se estiran, más que se sientan, sobre las sillas ante la mesa. Están agotados. Es la madrugada del 22 al 23 de marzo de 1895. Acaban de mostrar al mundo su CINEMATÓGRAFO. Un acontecimiento tan grande que son incapaces de imaginar cuanto ¿o tal vez sí?..





TALLER DE FOTOGRAFÍA LUMIÈRE.
RESIDENCIA FAMILIAR SITUADA JUSTO ENCIMA DE ESTE. 
DORMITORIO QUE COMPARTEN LOS HERMANOS AUGUSTE Y LOUIS.
HORA, 03:00 DE LA MADRUGADA.


LUMIÈRE & CÍA : Una presentación

     

           
          
          Cuando has pasado parte de tu infancia y adolescencia metido en tu habitación con una novela escondida entre las páginas de los libros de texto del colegio o del instituto, mientras tus padres confiaban en que estabas despellejándote codos y cerebro estudiando...Atento siempre a los pasos que se oían tras la puerta, para esconder a la velocidad del rayo esa aventura que te hacía "vivir" más que ese puñetero tren...Sí, ese  que salía de Albacete y que se cruzaba con uno que venía de Madrid a una determinada velocidad...porque por entonces tu misión en la vida era averiguar a qué hora se producía ese cruce...

          Cuando la importancia de los sábados iba más allá del simple hecho de que no hubiera clase, porque era el día de ir con tus padres al videoclub y sentir una vez más que era este un lugar mágico que te envolvía de cientos de historias que, descansando sobre estanterías, aguardaban a ser reveladas por ti...

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