Si saliéramos de España para preguntar en otros lugares qué opinan del cine español, o qué es para ellos el cine español, seguramente obtendríamos innumerables respuestas que lo resumen a sexualidad y violencia. Y, en cierta medida, aunque desconozco el motivo, sería verdad. Muchas de las producciones nacionales hacen alarde de estos subgéneros sin una explicación o motivo real. Tarde para la ira es la respuesta perfecta a esa visión generalizada del cine de este país.
De mano del debutante como director Raúl Arévalo, esta película nos cuenta la historia José, un hombre viudo cuya mujer fue asesinada durante un atraco a una joyería, y en quien solo queda espacio para la venganza. Poco más se puede desvelar del argumento, pues la obra comienza fuerte y no deja cabida a despistes. Tratándose de un thriller, cada imagen y cada acción de los personajes nos dejan pistas desde un primer momento de lo que está ocurriendo, misterios que no requerirán un sobreesfuerzo posterior para comprender una vez desvelados. Además, la experiencia es inmersiva, lo cual facilita el seguimiento de la trama. Por todo esto, uno de los puntos fuertes es el propio guión, original de Raúl Arévalo.
Pero, siendo un asesinato el origen de esta historia, ¿cómo va a acabar con esta idea del cine español como violento? Simple: no acaba con la violencia y la sexualidad, sino que hace un buen uso de las mismas. La violencia, para bien o para mal, está adherida en una u otra forma al contenido cinematográfico actual. La crítica, por tanto, no debe ser tanto acabar con la misma, sino evitar que se convierta en un subgénero de forma que todo lo que acabe habiendo sean películas de Vin Diesel repartiendo leña sin motivo alguno.
La violencia y la sexualidad se vuelven parte orgánica, no solo de la película, sino del plan de venganza de José. No la aparta ni la usa como excusa para aportar ritmo, sino que la abraza y la introduce en lo más profundo del corazón de la película y del personaje de José. Personaje por cierto interpretado genialmente por Antonio de la Torre. Su implicación en el papel y todos estos aspectos en la película lo convierten en, quizás, lo mejor de la misma.
Con todo esto, Tarde para la ira ganó los permios "Goya 2017" y el "Forqué" a mejor película. Y no podía haber sido de otra forma. Nunca había sido fan del cine español. Es más, era de esos que se alejaba todo lo posible de toda película con dicho adjetivo. Pero poco a poco me he ido adentrando para descubrir un mundo mucho más allá de lo que nos intentan vender desde fuera. Las producciones nacionales merecen mucho más de lo que reciben. Si sois de esos que como yo rechazaban las obras de aquí, esta película es una buena primera aproximación a todo lo que este mercado tiene que decir.
Diego Gozalo Pascual /@DieGozalo97
Estupenda reseña. A mí me gustó mucho. Una grata sorpresa con Raúl Arévalo. Si ya le tenía en alta estima como actor, ahora como director, más aún.
ResponderEliminarSaludos!
Estoy de acuerdo! Esperemos que de aquí en adelante nos siga sorprendiendo para bien. Muchas gracias :)
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