CRÍTICA: NO ES PAÍS PARA VIEJOS (2007)

La siguiente valoración personal está completamente libre de spoilers o cualquier tipo de revelaciones a cerca de  detalles importantes de la trama de la película. Leed con tranquilidad.

Definitivamente, uno de los pilares maestros de la gran pantalla en nuestros jóvenes últimos treinta años. No por contener grandes escenas filmadas o el diálogo más profundo, sino por funcionar a la perfección como un puñado de engranajes que va cogiendo forma y dando sentido a la película de forma bastante sutil. Lo cual, en mi opinión personal, creo que se fundamenta además en haber ganado 4 premios Oscar.

La historia se sitúa en los ajetreados años 80 en la región fronteriza entre México y Texas, pleno apogeo del contrabando de drogas que entran a los Estados Unidos y los cárteles que lo llevan a cabo.

Llewelyn Moss (Josh Brolin), un veterano soldador no muy destacado se topa con un escenario peculiar en uno de sus paseos por zonas áridas y sale de este con una discreta mochila que protegía 2 millones de dólares. Poco tiempo tiene para empezar a gastarlo cuando el legítimo propietario de la mochila, Anton Chigurh (Javier Bardem),  descubre lo ocurrido y decide no descansar hasta dar con el ladrón y matarlo sin importar las consecuencias. Mientras esto ocurre, el Sheriff Bell (Tommy Lee Jones) abre una búsqueda paralela para dar con el desaparecido Moss siguiendo el rastro que deja Chigurh.

Existen algunos detalles que la hacen destacar entre muchas películas de suspense dramático: 

1. La cámara se compagina muy bien con los movimientos que siguen los actores en sus enfrentamientos y discusiones. Además contrasta sutilmente con su posición estática en muchas otras escenas con intensos, aunque pocos, monólogos puntuales. Incluso admite detalles en las escenas de violencia explícita, las cuales están envueltas con un silencio que alimenta los nervios del espectador.

2. Contrasta las reacciones de cada personalidad de los protagonistas frente a una pregunta clave, sobre la que gira el argumento: ¿Qué harías para quedarte el dinero? Supone una variante peculiar en el ámbito de mostrar la verdadera cara egoísta de varios personajes. Nos guste o no, es una fuerte crítica que muestra el comportamiento materialista humano que todos sentimos alguna vez en la vida. 

3. Es agradable ver una muy buena variante de antagonista en la gran pantalla que tenga todos esos aspectos de psicótico u obsesivo que tanto gustan, pero lo que le hace diferente es el simple hecho del arma que usa para  asesinar. De hecho, se considera más una herramienta de trabajo que un arma blanca o pistola. Uno se plantea la posibilidad de que ocurra en la vida real.

4. A pesar de que el final queda cerrado y completo, las últimas escenas pueden parecer algo inconexas y extrañas por mostrar detalles finales no tan predecibles o importantes para la trama. Apuestan por aportar cierta variedad a lo que ya hemos podido ver antes.

CALIFICACIÓN FINAL: 8.5

Por @adrian_arranz97

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