Nunca he sido muy aficionado a los juegos para los dispositivos móviles. Es cierto que han conocido una gran evolución respecto a lo que originalmente eran, y siguen desarrollándose novedosas ideas que mejoran la calidad de la experiencia, la jugabilidad y todos esos aspectos que observamos a la hora de hablar sobre un videojuego. Sin embargo, siguen sin llenarme. Suelen ser demasiado largos, con pautas repetitivas tanto del juego como entre juegos similares.
Los plataformas suelen reducirse a mejorar al personaje que controlamos para facilitarnos los niveles jugados una y otra vez, y los puzzles suelen acabar siendo estresantes para mi gusto, con el bonus de tener que terminar los niveles lo más rápido posible. Y todo esto tiene su encanto al principio, yo también he disfrutado de clásicos como "Temple Run", "Clash of Clans", "Angry Birds", "Cut the Rope" y muchos otros (no, a "Candy Crush" nunca le he sacado gustillo, lo siento). Pero todos me venían con una fecha de caducidad de dos semanas como mucho, tiempo tras el cual la euforia desaparecía como si nunca hubiera existido. También es cierto que la posición de jugar en una "pequeña" pantalla en la cual deben colocarse los mismos controles, acabando encorvado, no es la más cómoda. Se que es un caso personal, pero también algo que le ocurre a muchas personas. Y al final es un grupo al que también deben apuntar las desarrolladoras, dar con la fórmula que enganche a cualquiera.
Los plataformas suelen reducirse a mejorar al personaje que controlamos para facilitarnos los niveles jugados una y otra vez, y los puzzles suelen acabar siendo estresantes para mi gusto, con el bonus de tener que terminar los niveles lo más rápido posible. Y todo esto tiene su encanto al principio, yo también he disfrutado de clásicos como "Temple Run", "Clash of Clans", "Angry Birds", "Cut the Rope" y muchos otros (no, a "Candy Crush" nunca le he sacado gustillo, lo siento). Pero todos me venían con una fecha de caducidad de dos semanas como mucho, tiempo tras el cual la euforia desaparecía como si nunca hubiera existido. También es cierto que la posición de jugar en una "pequeña" pantalla en la cual deben colocarse los mismos controles, acabando encorvado, no es la más cómoda. Se que es un caso personal, pero también algo que le ocurre a muchas personas. Y al final es un grupo al que también deben apuntar las desarrolladoras, dar con la fórmula que enganche a cualquiera.
El juego del que vengo a hablar hoy no sabría decir si ha dado con esa fórmula definitiva, y también es cierto que uno de sus puntos fuertes es a su vez una debilidad. Pero me ha despertado suficiente atención como para no escribir un rato sobre él. Se trata de "Monument Valley".
Vale, vale. Yo no conocía este juego y posible es que muchos de vosotros lo hayáis jugado mucho antes que yo. Por lo que no vengo como gurú que os ha abierto los ojos a una nueva religión, si no para contar sobre todo un poco mi experiencia personal.
"Monument Valley" es un juego de pago (aunque no es un dinero que vaya a suponer ningún tipo de esfuerzo gastar) desarrollado por ustwo para Android y iOS. En el guiamos a Ida a través de construcciones imposibles que usan la lógica de la geométrica y la perspectiva. Y digo guiamos porque no lo controlamos directamente, en todo momento se siente que Ida es, en cierto modo, independiente, y aunque no vaya a ningún sitio sin que uno se lo indique, pasará observando sus alrededores con movimientos de cabeza curiosos, y elegirá los caminos que más le gusten cuando haya varias opciones. Nosotros hacemos más bien el papel de narrador de una historia que ya está escrita, pero necesita ser contada. Una historia simple pero estable, bonita, y con muchos elementos que la nutren y agrandan más allá de lo que se puede leer en la pantalla.
La base de esta historia sitúa a Ida como princesa, una princesa que tras abandonar su reino vuelve para encontrarlo desolado, con la misma belleza que siempre poseyó, pero sin un líder, un alma que le otorgue vida. Irá avanzando por sus construcciones, sus "monumentos", para volver a ser uno con ellos. Como digo, es un relato simple pero muy bien contado. Cada uno de los 10 capítulos agrupa perfectamente los elementos para contra su fragmento de esta historia, los títulos, la forma de los puzzles y el método de pasarlos dice más de la historia de lo que parece; todo está hecho a medida y encaja perfectamente en su lugar.
Pero bueno, supongo que sobre todo querréis saber como es el juego en sí. ¿Es entretenido, fácil, difícil, interactivo, largo, corto? Bueno, en conjunto yo diría que el juego el justo, me explico. La duración es corta, si pones cuerpo y alma en pasártelo no te llevará más de 2 horas. Pero tampoco opino que debería ser mucho más largo. La historia está bien contada, la experiencia jugándolo es satisfactoria y, aunque sí es posible que nos deje con ganas de algo más, si fuese más largo comenzaríamos a cansarnos en cierto modo, ya que aunque las mecánicas cambien y la dificultad progrese, sigue unas pautas concretas las cuales tienen un límite. Además, teniendo en cuenta la dificultad progresiva, llegaría un momento que se nos antojaría demasiado complicado, o quizás no pueda ser más complejo. En cualquier caso, contiene una expansión (también de pago, la cual no he jugado) y un capítulo extra, que deberían ser suficientes para saciarnos más durante un tiempo. Pero volviendo a la dificultad. ¿Es difícil? No, pero tampoco creo que deba serlo. Es franco con el jugador, no le promete falsos paraísos, sino que le enseña lo que tiene y a partir de ahí le deja libre para avanzar. La cosa se complicará en función de cuan bien hayas entendido esos conceptos, la visión espacial de uno mismo, el avance por los niveles y la rapidez en sacarlos; siempre está ese puzzle que cuando lo consigues te preguntas "¿por qué no lo habré visto antes?".
La relación final entre juego y jugador es buena, y solo estamos limitados por las propias mecánicas del mismo. Pero la gracia de este juego está en relajarse. Los bellos escenarios, los colores, los sonidos y melodías que acompañan en todo momento. Te atrapa en su aura y te llena de tranquilidad. Por ello recomiendo jugar a este juego con paciencia, no con ansias de avanzar y llegar hasta el final, aunque es cierto que todo incita a querer conocer en todo momento lo que viene después. No obstante, es mejor reprimirse esas ganas y disfrutar con calma, observar las formas y los puzzles antes de lanzarse a ellos, disfrutar un momento de la música, parar al final de cada capítulo para comprender qué acaba de pasar, y respirar por un momento. Porque no, "Monument Valley" no es un juego perfecto, ni mucho menos. Al fin y al cabo sigue cercado por el mismo dispositivo al que está destinado. Además es objetivamente corto, y no es raro que a alguno se le hiciera algo fácil. Incluso tiene algún fallo interno, como los sonidos que emiten cada uno de los movimientos, cada vez que activamos algo o tocamos ciertos puntos de la pantalla; estos sonidos buscan ir al compás del juego y su propio ritmo, y generalmente lo consiguen. Pero cuando no lo hacen pueden llegar a ser tediosos. Así que lo diré de otra forma. Este juego para mí es una experiencia diferente, no se trata del juego en sí sino de los ratos que te brinda. Es diferente, innovador en cierto sentido, pero sin duda lo que hace lo hace bien, y por ello no hay otra manera de apreciar este juego que con sosiego.
Por @DieGozalo97
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