Happy Thanksgiving day fellas...pues siendo Arrow, como que el que se supone que es el día que para los americanos viene a ser similar a nuestra Nochebuena, va a ser que no será feliz ni tranquilo como se esperaba
Porque lo prometía ser un día feliz se ve truncado por la irrupción de la agente Watson arrestando a Oliver bajo el cargo de ser Green Arrow...pesada de las narices la tía.
El caso es que el equipo debe estar alerta ante lo que podría convertirse la ciudad si la gente piensa que realmente Green Arrow está preso y razón no le falta cuando Black Siren hace acto de presencia robando una nano-thermita con la ayuda del villano de esta temporada Cayden James y la nano-thermita es un explosivo realmente peligroso.
Si todo fuera poco, John prueba en sí mismo el prototipo que lleva Felicity para caminar, de modo que finalicen sus temblores y dolores, pero en medio de la incursión contra un nuevo robo de nuestros villanos, algo sale mal y John sufre un ataque que casi acaba con su vida...y además todo empeora...aún más cuando se ve obligado a confesarle a Oliver su condición, la cual puede poner en peligro la integridad de todo el equipo.
Pero vamos que no es el único secreto que sale a la luz, que este episodio parece el de las confesiones, puesto que Dinah y Quentin sesinceran uno con otro, una contándole quien es el Vigilante y otro contándole que no pudo matar al doppelganger de su hija fallecida.
Pero lo mejor, lo mejor...es cuando la amenaza de Cayden se materializa en atentar contra un concierto de Billy Joel en la ciudad y como John está de baja temporal...SI vuelve el manto de Arrow a la cabeza de Oliver y descubriremos que nuestro villano putea a todo el personal con un sólo objetivo: la venganza por la muerte de su hijo...a quien ni siquiera recuerda Oliver.
Para el final nos vuelven a dejar lo mejor: Thea despierta de su coma ( y según se desprende de cierta frase soltada por Felicity puede que ella tenga algo que ver con ella).
En resumen, buen preludio de cara al crossover de la semana que viene.
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