Mañana viernes 19 de agosto se estrena
en cines Star Trek: Más Allá, la
tercera entrega en cine de la nueva reimaginación de la revolucionaria serie Star Trek que en los años 60 llegaría
para cambiar el panorama de la ciencia-ficción para siempre. Y como Trekkie de
corazón que soy desde niño, no podía desaprovechar la ocasión para hablar un
poco de uno de mis universos ficticios favoritos y sus varias e interesantes
incursiones originales en el cine: una mirada atrás para saber de dónde venimos
como un buen punto de partida para saber a dónde nos dirigimos. Vamos allá,
avance a WARP 5 señor Sulu.
Este sugerente discurso de
introducción, narrado con la voz del capitán James T. Kirk (William Shatner),
nos prepara para la aventura al comienzo de los episodios de Star Trek (también conocida como Viaje a las Estrellas o La Conquista del Espacio). Esta serie de
TV, ideada por Gene Roddenberry en los años 60, revolucionó la ciencia ficción,
captando la atención de los televidentes de mente abierta y elevando a las
estrellas la imaginación de millones de jóvenes. Su influencia ha sido inmensa,
tanto en la misma televisión (toda serie del género ha tomado ideas de
episodios de Star Trek), como en la propia sociedad: igual que los tripulantes
del Enterprise iban a donde ningún hombre
ha llegado antes, la serie se atrevió a llegar a donde ningún otro programa
de ficción antes (en teoría simples entretenimientos y evasiones
intrascendentes), tratando en las tramas de sus episodios temas importantes
como, por poner sólo algunos ejemplos: la eutanasia, el fanatismo religioso, la
agresión bélica, la represión ideológica, las diferencias de clases, el racismo
sin sentido, el acceso de hombres de color al poder, o las relaciones
interraciales (Star Trek mostró por primera vez a la asombrada audiencia
americana un beso en la pantalla entre un hombre blanco y una mujer negra).
Todo ello desde el punto de vista de la sociedad del futuro en la que viven los
protagonistas, que contemplan como absurdos los tabúes comunes de siglos
anteriores... incluido el nuestro. Star Trek supo mezclar con gran acierto la
acción, la intriga, el humor y el espectáculo con interesantes reflexiones
sobre estos y muchos otros grandes temas.
La serie se desarrolla en el
Siglo XXIII, ofreciendo una visión optimista del futuro de la Humanidad, en
esperanzador contraste con el pesimismo apocalíptico que caracterizó a la
ciencia ficción desde su Edad de Oro en los 40 (marcada por la II Guerra Mundial,
la Guerra Fría y la amenaza atómica). Este es probablemente uno de los factores
más determinantes del éxito de Star Trek. En este periodo la Tierra está en
total armonía y las guerras, el hambre, las enfermedades y la pobreza no
amenazan ya a la Humanidad, y las diferencias políticas, raciales o religiosas
ya no enfrentan a unos contra otros.
El Universo de ficción de
Star Trek relata la historia de la Federación
de Planetas Unidos, abarcando desde el año 2063 en que se produce el Primer Contacto entre los humanos y una
raza extraterrestre, los Vulcanos,
hasta el año 2379, cuando la Federación pasa por momentos gloriosos pero a la
vez muy difíciles, al afrontar la inquietante posibilidad de un enfrentamiento
con las dos mayores superpotencias de la galaxia: el Dominio y el Colectivo Borg.
En esta Federación la
situación de la Tierra es inmejorable: desde el Primer Contacto su desarrollo
ha avanzado sin obstáculos, llegando a ser un planeta paradisíaco donde los
humanos viven en constante progreso. Desde el año 2161 la Tierra es la capital
de la Federación, con sede de gobierno la ciudad de París (Francia) y la sede
del Comando y de la Academia de la Flota Estelar en San
Francisco, en la actual California. En este momento la especie humana ha
llevado su continuo desarrollo como civilización hasta los límites del espacio
conocido, que abarca casi la cuarta parte de la Vía Láctea.
En una osada misión de
exploración de los confines del universo a bordo de la nave insignia de la
Flota Estelar, el USS Enterprise, un
grupo multicultural de exploradores espaciales parte a la aventura lejos de la
Tierra, en su continua misión de
exploración de mundos desconocidos, descubrimiento de nuevas vidas, de nuevas
civilizaciones... hasta alcanzar lugares donde nadie ha podido llegar, como
narra la introducción de cada episodio de la serie. Estas aventuras son de lo
más variadas e incluyen misiones diplomáticas, mediación en conflictos
mundiales o interplanetarios, primeros contactos con nuevas especies
inteligentes, exploración de planetas desconocidos, investigaciones científicas
en los rincones más exóticos de la galaxia, ayuda a colonos de lejanos planetas
en apuros, arriesgados rescates de naves a la deriva... todo ello sin faltar
las espectaculares batallas espaciales si llega el caso, con valentía y
decisión a la hora de entrar en combate, pero siempre para defenderse o para
proteger al débil, nunca para atacar sin provocación, pues su pionera misión es
de exploración y no de conquista, como equivocadamente sugeriría el inexacto
título que tuvo en algunos países de habla hispana, La Conquista del Espacio.
Los episodios de Star Trek
están llenos de acción y misterio, sin faltar las espectaculares (para la
época) batallas espaciales. Las aventuras del Enterprise y su tripulación se
suelen desarrollar en exóticos y variados escenarios extraterrestres, entre
decorados dotados de ese alegre colorido tan característico de la televisión y
el cine de la década de los 60. Muy típico también de la época, no faltan casi
nunca las sensuales bellezas alienígenas (siempre, curiosamente, humanoides
dignas de portadas de revistas y calendarios) que no se resisten a los encantos
del apuesto y aguerrido capitán James T. Kirk. Este personaje protagonista de
la serie está magistralmente interpretado por el genial y carismático William
Shatner, que sazona con naturalidad la acción y el misterio con un genial toque
de humor y un elegante sentido de la ironía. Esta serie supuso su máximo
momento de popularidad, aunque tras el final no desapareció en el olvido como
suele pasar en estos casos: siguió en la televisión durante todos estos años,
como protagonista por ejemplo de series como T.H. Hooker, o con divertidas apariciones en películas como Aterriza Como Puedas II o Miss Agente Especial. Siempre con esa
simpática ironía y ese sentido del humor tan característicos. Incluso hoy en
día podemos disfrutar de su buen hacer, por ejemplo, en la serie Boston Legal. Sus monólogos en
espectáculos de humor, y sus participaciones como presentador o anfitrión de
diferentes eventos son siempre dignos de verse y arrancan divertidas sonrisas,
cuando no francas carcajadas. Como muestra, un par de sus apariciones más
memorables y divertidas, mis favoritas sin duda: ¡Este hombre ES GRANDE!
El resto del reparto de Star
Trek está a la altura de este genial William Shatner, cada uno con su estilo
personal, y dota a la tripulación del Enterprise de una personalidad única e
irrepetible. Destaca entre todos ellos un impresionante Leonard Nimoy
(recientemente desaparecido) encarnando al ya icónico Señor Spock, que atempera
(casi siempre) con su fría lógica Vulcaniana la constante osadía del impulsivo
capitán Kirk. Sin duda, la genial química entre estos dos estupendos actores, y
su manera de llevar la serie de forma amena, sin caer jamás en el ridículo o la
ordinariez pero a la vez sin tomarse nunca demasiado en serio a sí mismos, es
otra de las razones del gran éxito de la serie y de su capacidad de
entretenimiento. Con todos estos ingredientes, la serie mantiene su encanto a
pesar de las décadas transcurridas y de que los efectos especiales hoy en día
provocan sonrisas en vez de asombro, gracias al interés de los guiones y el
buen hacer de los actores.
La serie original Star Trek se emitió de 1966 a 1969. Tras
una corta aunque interesante incursión en el terreno de la animación con Star Trek: La Serie Animada (de
igualmente recomendable visionado), le siguió dos décadas después Star Trek: La Nueva Generación
(1987-1994), con nuevos protagonistas (destacando a Patrick Stewart en el papel
del capitán Jean-Luc Picard) y nuevos desafíos, ambientada en el Siglo XXIV, un
siglo más tarde respecto a la original, y con una filosofía un tanto distinta
(estamos en los '80, pasados ya los '60). Si bien esta nueva serie no tuvo el
gran impacto de la original, es igualmente interesante por méritos propios y
comparte un lugar igualmente importante en el corazón de los fans.
Unos años más tarde hubo
otras dos series ambientadas en el universo Star Trek, también en el Siglo XXIV
y complementarias entre ellas; Star Trek:
Espacio Profundo 9 (1993-1999) situada en una estación espacial (a la
estela del éxito de Babylon 5), y Star Trek: Voyager (1995-2001) que narra
las aventuras, fuera ya de nuestra galaxia, de la nave USS Voyager (ya no el
Enterprise). Estas dos últimas series son ya de menor interés y con personajes
menos carismáticos, aunque siguen teniendo un cierto interés para los fans. Posteriormente
se lanzó, a modo de precuela, una nueva serie, Star Trek: Enterprise (2001-2005), ambientada siglos antes que la
serie original, antes incluso del nacimiento de la Federación de Planetas, y
que relata la azarosa historia de los primeros viajes espaciales de la
humanidad, con la construcción de la primera nave Enterprise. Esta última serie
está ya bastante alejada del espíritu que caracterizaba, sobre todo, a las dos
primeras series (las "auténticas" Star Trek), y de hecho en sus
comienzos se la conoció como simplemente Enterprise,
sin ganarse la coletilla de Star Trek:”
hasta su tercera temporada, la más interesante de lejos. Duró una temporada
más, hasta la cuarta.
Star Trek, una serie clásica
y mítica como pocas, también nos dio grandes dosis de aventura, emoción,
diversión y entretenimiento en sus múltiples incursiones en el cine, en las 10
películas clásicas de Star Trek que abarcan las etapas de la Serie Original y de la Nueva Generación. A ellas dedico
finalmente, mediante breves reseñas individuales, el tramo final de éste mi
homenaje particular a mi serie de televisión favorita. Tomen sus palomitas y
refrescos, que arranca la proyección…
STAR TREK: LA PELÍCULA (1979)
Siglo
XXIII. Al almirante James T. Kirk, de la nave Enterprise, se le encomienda una
difícil misión: neutralizar un extraño cuerpo para evitar su colisión con la
Tierra y la consiguiente catástrofe. El oficial Spock, el capitán Willard
Decker, la asesora Ilia y el doctor McCoy ayudan a Kirk a descubrir la
naturaleza de este cuerpo sideral, provisto de un mecanismo de inteligencia de
origen terrestre. La expedición del Enterprise localiza al ente y, entonces, se
apresta a introducirse en su centro de operaciones. Primera entrega
cinematográfica de la popular serie fantástica creada por Gene Roddenberry.
(Sinopsis de Filmaffinity)
Ésta es la primera incursión
de la saga Star Trek en el cine, casi un experimento para comprobar la acogida
que podría tener entre el público en general (más allá de los fans de la
serie), y resultó francamente interesante. Mantiene la estructura y la intriga
de los mejores episodios con temática de
misterio de la serie, narrada eso sí con muchos más medios dado el mucho mayor
presupuesto de una producción cinematográfica. Eso se plasma en un espectáculo
visual digno de disfrutarse, para una película que, si bien puede hacerse en
algunos momentos un poco larga o lenta por mostrar en algo más de dos horas lo
que en la televisión se ofrecería en 40 minutos, resulta sin duda interesante
para los aficionados al cine de aventura o de ciencia ficción, y de seguro una
auténtica gozada para los aficionados a la serie.
STAR TREK II: LA IRA DE KHAN (1982)
Nuevas
aventuras del almirante James T. Kirk y el resto de la tripulación de la nave
Enterprise, que una vez más se atreve a llegar "donde ningún hombre lo
hizo jamás". Ricardo Montalbán repite su personaje de villano que
interpretó en 1967 en el episodio televisivo "Space Speed".
(Sinopsis de Filmaffinity)
Ésta es la segunda película
de Star Trek, realizada tres años después de la primera incursión
cinematográfica que demostró que la saga tenía una buena acogida entre el público
en general. Incidiendo esta vez mucho más en la aventura y en la acción que en
el misterio o la intriga, esta segunda entrega es una de las más apasionantes
de todas, y la mejor película rodada sobre la serie en opinión de muchos;
personalmente es la primera que ví en cine siendo muy niño, y me impactó
profundamente. En esta ocasión, en vez de presentar una historia totalmente
nueva para todos los públicos, se hace un guiño a los seguidores de la serie
trayendo de vuelta a un carismático villano procedente de la serie de
televisión: el antiguo dictador
superhumano Khan (interpretado por el gran actor Ricardo Montalbán).
Durante los apasionantes 111 minutos de proyección disfrutaremos con su astuto
y elaborado plan de venganza contra los tripulantes del Enterprise, que le
capturaron en uno de los más memorables episodios de la serie. Con ello
asistiremos aquí a la emocionante conclusión de uno de los arcos argumentales
que quedaron abiertos al finalizar la serie en 1969: la aventura es realmente
entretenida para cualquier espectador aunque no fuera seguidor de la serie en
televisión, y realmente una gozada para los seguidores fieles de Star Trek, que
podrán disfrutar esta estupenda historia como una espectacular prolongación de
aquel magnífico episodio en un medio más grandioso que la pequeña pantalla de
rayos catódicos. Como curiosidad mencionar finalmente la aparición como
tripulante del Enterprise de Kirstie Alley, la simpática protagonista de la popular
y divertida serie Cheers.
STAR
TREK III: EN BUSCA DE SPOCK (1984)
La
victoria del almirante Kirk sobre Khan y la creación del planeta Génesis son
triunfos inútiles. Spock ha muerto y McCoy, inexplicablemente, se ha vuelto
loco. Una visita de Sarek, el padre de Spock, revela algo sobrecogedor: McCoy
está albergando en su cuerpo la esencia vital de Spock. Kirk trata de ayudar a
sus amigos, secuestra el Enterprise y desafía la cuarentena impuesta por la
Flota Estelar en Génesis. Pero los Klingon también descubren la existencia de
Génesis y van al encuentro de Kirk en una cita que podría ser mortal.
(Sinopsis de Filmaffinity)
Esta tercera entrega de la
saga en la gran pantalla retoma la historia justo donde termina la anterior
aventura cinematográfica de los tripulantes del Enterprise, para ofrecernos en
algo más de hora y media una excelente historia de amistad y de búsqueda: dos grandes
temas intemporales. Disfrutaremos aquí con los esfuerzos del capitán Kirk por
recuperar a su amigo, el desaparecido Sr. Spock (consecuencia de los acontecimientos
de la anterior película: Star Trek II: La
ira de Khan). Para ello deberá adentrarse en los más sagrados misterios del
pueblo Vulcano, territorio hasta entonces vedado para cualquier ser humano: eso
da pie a que la película ofrezca una interesante visión de este pueblo tan
avanzado, inteligente y amante de la lógica por encima de todo, y conoceremos a
la familia de Spock. Y todo ello sin el más mínimo atisbo de aburrimiento, con
grandes dosis de acción cortesía de los belicosos Klingon, que en esta tercera entrega empiezan a cobrar protagonismo
como los formidables enemigos tradicionales de la Federación, belicosos y
ambiciosos en extremo. Mención especial merece la aparición como malvado
comandante Klingon de Cristopher Lloyd, el simpático Dr. Brown de la no menos
popular saga de Regreso al Futuro. O
la curiosidad de ver con el uniforme de capitán de la Flota Estelar a James B.
Sikking, el peculiar jefe del grupo SWAT de la clásica serie policíaca de TV Canción Triste de Hill Street.
STAR TREK IV: MISIÓN SALVAR LA TIERRA (1986)
William
Shatner, Leonard Nimoy y el resto de la tripulación del USS Enterprise,
alcanzan cotas muy elevadas en una de las más aplaudidas e intrigantes
aventuras de la saga Star Trek. Estamos en el siglo XXIII y un misterioso poder
alienígena amenaza la Tierra, evaporando los océanos y destruyendo la
atmósfera. En un frenético intento para salvar a la humanidad, Kirk y su
tripulación viajan en el tiempo y regresan al San Francisco de 1986,
encontrándose con un mundo de punks, pizza y autobuses de cambio exacto que
resultan ser tan alienígenas como todo lo que se han encontrado en los lugares
más recónditos de la galaxia. Una misión emocionante y repleta de acción para
la nave espacial Enterprise. (Sinopsis de Filmaffinity)
Esta cuarta es la entrega
más atípica de todas cuantas de esta saga han aparecido en el cine, por su
marcado sentido del humor, que raya en ocasiones en la autoparodia. En esta
ocasión la acción es mucho menos intensa en favor de otros factores, como el
ingenio y la improvisación, y la historia se desarrolla en la tierra... en
nuestro propio Siglo XX. El Enterprise debe viajar al pasado para recuperar un
especimen de una especie ya extinta en el Siglo XXIII, y para ello deben
intentar desenvolverse en el San Francisco contemporáneo: eso da pie a
infinidad de situaciones hilarantes, que hacen esta película enormemente
entretenida sin caer nunca en el ridículo, y sin hacernos olvidar en ningún
momento la urgencia y la importancia de la misión que ha llevado a esta
valiente tripulación a nuestro propio tiempo (hablando del 1986 del estreno).
En esta divertida película se aparcan un poco (aunque no del todo) las batallas
espaciales y las temáticas alienígenas de las anteriores para, usando la excusa
del choque de culturas (gentes del Siglo XXIII paseándose por el XX), incidir
un poco más en algunos de los grandes temas que, como se comentaba antes,
trataba la serie: en este caso, por ejemplo, la paranoia antisoviética de los
años 80, la concienciación ecologista por la amenaza de la extinción de
especies, el frenético y deshumanizador modo de vida en las grandes ciudades
del Siglo XX... y todo ello tratado con el ya mencionado sentido del humor, que
ha convertido con el tiempo esta película en una de las consideradas con más
cariño por los fans de la serie.
STAR
TREK V: LA ÚLTIMA FRONTERA (1989)
La
nave Enterprise se dirige al planeta Nimbus III para negociar la liberación de
unos embajadores secuestrados. Allí descubrirán que el jefe de la banda es un
pariente de Spock obsesionado por encontrar el planeta que es considerado la
fuente de la vida. (Sinopsis de Filmaffinity)
Una muy interesante entrega
cinematográfica de la saga, que ofrece una mezcla muy equilibrada entre la
acción y la aventura que siempre ha supuesto Star Trek, y algunas aleccionadoras
reflexiones sobre los grandes temas que tanto gustan de tratar los guiones de
la serie: en este caso en concreto, la religión y el fanatismo. Y nada menos
que de manos de un Vulcaniano, raza racional y lógica donde las haya y la menos
predispuesta en principio a cualquier tipo de creencia en seres superiores... y
en este caso dejaré aquí el comentario, pues la sorpresa es una buena parte del
gran interés que supone esta quinta incursión cinematográfica de la saga Star
Trek.
STAR TREK VI: AQUEL PAÍS DESCONOCIDO (1991)
Tras
años de guerra, la Federación y el imperio Klingon se disponen para una
conferencia de paz. Pero el panorama de una negociación intergaláctica con
implacables enemigos, preocupa al Almirante Kirk. “¡Son animales!”, advierte.
Cuando una nave Klingon es atacada y responsabilizan al Enterprise, los perros
de la guerra vuelven a ser liberados: ambos mundos se preparan para el que
puede ser su encuentro definitivo. (Sinopsis de Filmaffinity)
Esta sexta película de Star
Trek es una de las mejores entregas de la saga cinematográfica en opinión de
muchos, quizás la mejor en dura pugna por el título con aquella magnífica
segunda entrega: Star Trek II: La Ira de
Khan. Y es así por varios motivos: el interesante argumento que da una
nueva vuelta de tuerca a las relaciones de la Federación con los Klingon,
presentándonos un aspecto hasta ahora desconocido de este belicoso pueblo
alienígena en la figura del filosófico embajador que busca la paz entre ambas
potencias, se ve pronto animado por una intrincada conspiración que parece
buscar volver a soltar a los Perros de la
Guerra (como mandan las tradiciones Klingon)... y según se va desarrollando
la trama nada es lo que parece... ni siquiera quiénes son los héroes y quiénes
los villanos de la función. Este interesante argumento se ve amenizado en esta
ocasión por espectaculares batallas espaciales, en esta entrega ya de
principios de los '90 donde se empieza a notar un gran avance en la tecnología
de los efectos especiales cinematográficos, y donde el uso del ordenador
empieza a dar sus espectaculares frutos (mención especial a las gotas de sangre
en gravedad cero), apenas un par de años antes de quedar todos asombrados con
los increíbles dinosaurios de Parque
Jurásico. La intensa acción y la interesante intriga de esta estupenda
entrega apenas dejan un momento de respiro, y los momentos más relajados de la
agradable sesión vendrán, como siempre, por cortesía del sentido del humor del
genial William Shatner, que sabe sacar el lado divertido de las peores
situaciones... y éstas abundan en esta historia. Mencionar también como
curiosidad final la aparición como atractiva oficial vulcaniana de una joven Kim
Cattrall, protagonista posteriormente de la exitosa serie Sexo en Nueva York.
STAR TREK VII: LA PRÓXIMA GENERACIÓN (1994)
A
finales del siglo 23, el viaje inaugural de la tercera nave estelar con el
nombre 'Enterprise' cuenta con parte de la tripulación de la anterior nave como
invitados (entre ellos el capitán James T. Kirk) pero apenas zarpan de la base
se ven obligados a atender una llamada de socorro de dos naves que están
atrapadas en una cinta de energía. El Enterprise consigue salvar a parte de la
tripulación de las naves y salir de allí intacta pero esto le costará la vida
del Capitán Kirk. 78 años después, el Capitán Jean-Luc Picard y la tripulación
del Enterprise-D se encuentra con el científico renegado Soren, que está
destruyendo sistemas solares enteros. Sólo un hombre puede ayudar a Picard a
detenerle... y lleva muerto 78 años. (Sinopsis de Filmaffinity)
Esta séptima entrega
representa el cambio generacional de Star Trek en el cine. La saga original ha
dado ya todo lo que podía, no por falta de historias interesantes sino por la
edad de los protagonistas: el tiempo no perdona. Llega el momento de disfrutar
en la gran pantalla de las aventuras de la Nueva
Generación, con un nuevo reparto encabezado por el excelente Patrick
Stewart como Jean-Luc Picard, el nuevo capitán de la nueva Enterprise. La época
es distinta para los protagonistas, que viven en el Siglo XXIV: la Galaxia ha
cambiado, los Klingon se han integrado con el resto de las razas y surgen
nuevas y potentes amenazas en el horizonte de la Galaxia, como los Borg o los resurgidos Romulanos, que darán lugar a nuevas e
intensas aventuras... aderezadas con nuevos espectaculares efectos especiales,
que han experimentado un gigantesco avance desde las primeras películas de Star
Trek, rodadas en los '80. Esta primera película de la Nueva Generación es más
bien una historia de transición, que más que contar una gran historia sirve
para introducirnos a los nuevos personajes y situaciones. Aunque la historia
que cuenta no es tan interesante como las anteriores es de todas formas eficaz
como entretenimiento, y presenta indiscutiblemente el gran aliciente de poder
ver por última vez al capitán Kirk en el cine, haciéndonos disfrutar, por
primera y única vez, de una aventura con los dos capitanes más carismáticos de
la saga al mismo tiempo, colaborando juntos y dando lo mejor de sí mismos,
representantes de lo mejor de lo mejor de la Flota Estelar, para librar a la
Galaxia de una amenaza indescriptible.
STAR TREK VIII: PRIMER CONTACTO (1996)
La
USS-Enterprise se encuentra explorando el espacio, cuando recibe la noticia de
que se ha detectado la presencia de un Cubo Borg dirigiéndose hacia la Tierra.
El Alto Mando de la flota ordena a Picard que se dirijan a la Zona Neutral para
el caso de que los romulanos decidan aprovechar la situación y ataquen a la
Federación. Pero en realidad el Alto Mando desconfía de que Picard ayude al
enemigo, debido a su anterior asimilación en el colectivo Borg. Cuando la
Tierra es atacada y la flota no puede hacer frente a la amenaza, Picard desoye
las órdenes y se enfrenta al Borg, liderando la flota en el ataque. El cubo
Borg es destruido, pero una pequeña porción escapa y genera un túnel temporal
hacia el pasado hasta el año 2063, con el fin de evitar que el Dr. Zefram
Cochrane realice el primer viaje a velocidad de curvatura, y contacte con la
primera raza extraterrestre. Picard y su tripulación deberán viajar al pasado
para restablecer el tiempo y hacer frente a la amenaza Borg en el pasado.
(Sinopsis de Filmaffinity)
Ésta es ya la primera
aventura cinematográfica por derecho propio de la Nueva Generación de Star
Trek, que fue previamente presentada al gran público en la anterior película de
la serie, Star Trek: La Próxima
Generación. Así que sin necesidad ya de introducciones o explicaciones, en
esta entrega se va directamente a la acción desde el principio. Y de la forma
más espectacular posible, enfrentando ya desde el primer minuto a la Federación
contra el enemigo más poderoso conocido en esta saga de Star Trek: el Colectivo Borg. Con solo los
inolvidables quince primeros minutos de esta apasionante película nos
convenceremos ya de que hemos amortizado sobradamente el precio de la
entrada... y el resto del espectáculo no desmerece, ni en espectacularidad ni
en intensidad. El estilo y el sentido del humor del capitán Picard (Patrick
Stewart) es diferente al de James Kirk (William Shatner), pero no tiene mucho
que envidiarle en interés y carisma, proporcionándonos un rato de
entretenimiento cinematográfico impagable. Dejo aquí el comentario por no
adelantar nada sobre el desarrollo de la película, pues la sorpresa es en este
caso una parte importante de la diversión... si no por la intriga, desde luego
por los sustos y el suspense que nos mantendrán tan pegados a la butaca,
esperando ver aparecer tras cada esquina a los poderosos e imparables Borg,
como en su día nos sucedió con los letales Aliens
de James Cameron.
STAR TREK IX: INSURRECCIÓN (1998)
A
bordo de la Enterprise, su capitán Jean Luc Picard recibe un mensaje de la
flota. Al parecer, el androide Data, que se encontraba estudiando una sociedad
primitiva, ha sufrido un ataque de locura y ha revelado la existencia del
equipo de investigación a los habitantes del planeta Ba'Ku. Pronto descubrirá,
sin embargo, que tras estos hechos hay mucho más de lo que se ve a simple
vista… (Sinopsis de Filmaffinity)
Insurrección representa un
cambio de estilo respecto a la espectacular e intensa anterior entrega de la
saga, Star Trek: Primer Contacto. Sin
abandonar el espectáculo y la acción, que aquí la hay también a raudales tanto
en tierra como en el espacio (con inmejorables efectos especiales), en esta
película se retoma el gusto de la saga por tratar los grandes temas presentes
en la sociedad: en este caso el conflicto entre las órdenes y la disciplina y
la conciencia personal, la distinción entre el bien y el mal, o el peligroso
concepto del bien de la mayoría sobre el de unos pocos, presentándonos un
pueblo tranquilo y retirado amenazado por los intereses de las grandes
potencias, en un inquietante paralelismo con los más tristes episodios de la
historia humana del Siglo XX... y en una situación donde las palabras éxodo o genocidio podrían volver a cobrar el mismo siniestro significado de
antaño. Esta combinación de acción y especulación filosófica convierte a esta
novena entrega cinematográfica de Star Trek en algo parecido a "un
episodio largo de la serie", que quizás pueda hacerla parecer un poco
menos intensa a los espectadores en general, pero desde luego de gran interés
para los seguidores de la serie.
STAR TREK X: NÉMESIS (2002)
El
capitán Jean-Luc Picard y el resto de la tripulación de la Enterprise vuelven
al espacio en una misión diplomática cuyo objeto es firmar la paz con los
romulanos. Pero al llegar al planeta alienígena, la tripulación se encuentra
con una amenaza que podría llevar a la destrucción de la Tierra. Picard se
enfrenta a su adversario más peligroso hasta la fecha, un sorprendente
justiciero personal. (Sinopsis de Filmaffinity)
Esta décima resulta ya la
última entrega de Star Trek en el cine, hasta la reciente y fantástica
reinterpretación de la saga por parte de J.J.Abrams. Representa también la
última incursión de la Nueva Generación en la gran pantalla, sin mostrar
intención de volver: han sido ya muchos años y muchas historias contadas (tanto
en la pequeña como en la gran pantalla), los años no perdonan y los
protagonistas tienen otros proyectos. Y eso se nota en esta película: si bien
el espectáculo es realmente impresionante (los efectos especiales en estos años
viven una edad de oro) y hace que merezca la pena verla, la historia no es ni
de lejos tan interesante como las anteriores. Sin ánimo de adelantar nada, se
hace evidente que es una despedida: un trámite argumental no muy inspirado
aunque perfectamente coherente, que más que para contar una nueva historia se
antoja diseñado para ofrecer un final, una resolución, un tranquilo y merecido
retiro para las vidas y las carreras de los protagonistas que tantas aventuras,
emociones y sensaciones nos han ofrecido a lo largo de estos años. Tras ver
esta última película de la ya clásica saga de Star Trek, que se puede disfrutar
sin problemas aunque también sin demasiada emoción, podremos salir con la
sensación de haber rematado agradablemente con un sencillo postre un
inolvidable y delicioso banquete cinematográfico que nos ha durado muchos,
muchos años. Con la seguridad además de que, en los años venideros, podremos
volver a picotear de este o aquel otro plato de nuevo, y disfrutaremos con
seguridad del mismo delicioso sabor, pues para el buen aficionado estas
delicias no pierden el aroma con el tiempo.
Hasta aquí llega el
recorrido de la clásica Star Trek por las salas de cine y por nuestra memoria.
En breve podremos disfrutar de las nuevas aventuras de la Enterprise en la
nueva y excelente reinterpretación en su tercera entrega. Si nos vemos en la
sala no dudaremos en saludar un discreto pero sentido saludo Vulcano, y si no
es así, igualmente desde estas líneas os deseo a todos larga vida y
prosperidad.
Por @JoGonBa
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