El verano prácticamente ha concluido y eso en toda mente de cualquier seriéfilo que se precie se traduce en dos palabras: agobio y disfrute. Agobio, porque son demasiadas series nuevas las que se estrenan en la temporada de otoño, sumadas a las que vuelven y disfrute, por saborear las nuevas propuestas que nos llegan y también por ver si las vueltas de las series habituales están a la altura (cosa que no suele pasar). Estrenos potentes e interesantes ene este otoño no nos faltan: tenemos por un lado, la ultra esperada Westworld, por otro, la que puede ser la nueva Parks and Recreations a.k.a The Good Place, y sin olvidarnos de Designated Survivor, el spin off no oficial de 24 en el que Jack Bauer se hace pasar por presidente de los Estados Unidos (o al menos eso es lo que los fans de la mítica serie de Sutherland queremos pensar) Entre estos prometedores estrenos, se encuentra Son of Zorn, una serie que mezcla animación tradicional con acción real creada por los divertidos Phil Lord y Chris Miller, directores de ese peliculón que es La Lego Película o de sitcoms como, la simpática aunque irregular Brooklyn Nine Nine o la divertida The Last Man On Earth. Veamos que tal ha estado el piloto de esta serie.
La premisa de Son of Zorn es bastante peculiar. El defensor de la nación de la isla de Zephyria, Zorn un guerrero que bebe mucho del mítico He-Man, regresa al que fuera su casa en el Condado de Orange para, mientras se gana la vida como vendedor de dispensadores de jabón industriales, intentar recuperar a su hijo adolescente y a su ex esposa, ahora dedicada a otra persona. Por lo tanto, nos encontramos ante la misma historia del padre desastre que tiene que volver a recuperar a su familia y volver a encontrar la felicidad, pero con una gran diferencia: este padre es un guerrero mitológico animado que mide 2 metros y es muy cabezón aparte de que apenas conoce la sociedad moderna fuera de su mundo de dragones y mazmorras.
Y justo, esta idea es lo que hace a Son of Zorn (al menos a su piloto) una serie tan desternillante y de momento fresca e irreverente. El ver a Zorn haciendo cosas tan habituales como ir a comprar, tener una entrevista de trabajo (los momentos con su supervisora son los más risas me han producido) o simplemente interactuar con la sociedad moderna, resulta cuanto menos hilarante. Phil Lord y Chris Miller lo saben y se aprovechan de ello durante todo el episodio, ya que de momento el principal humor de la serie reside enteramente en Zorn. Y aunque a medida que avance la temporada sino cambian un poco esta dinámica podrá resultar algo cansino, de momento funciona.
Aparte, si Son of Zorn funciona es por el fantástico trabajo vocal de Jason Sudeikis como nuestro guerrero milenario. El cómico americano se mimetiza a la perfección con su personaje, además de que el tono fiero que transmite es perfecto para el tipo de animación y sobre todo para el humor de la serie. También destacar que para ser una serie, Zorn luce realmente bien en pantalla, y más teniendo en cuenta que no para de interactuar con personajes reales, y afortunadamente no se nota demasiado falso cuando estas acciones ocurren. En cuanto a los secundarios, quizás sean lo más flojo del piloto ya que solo se establecen los conflictos con Zorn, pero si durante la temporada los desarrollan de manera interesante y fluida beneficiará mucho a la calidad de la serie, sobretodo el conflicto del hijo de Zorn, el cual y gracias a ese intrigante final, estoy seguro de que será esencial en la evolución de la serie.
Son of Zorn ha empezado de manera satisfactoria y realmente prometedora con un piloto realmente desternillante, el cual disfrutareis aún más, si sois fans del humor bizarro, estúpido y surrealista marca Phil Lord/Chris Miller. Aunque lo cierto es que debido a lo bizarra que es la serie (no ha empezado mal pero no la veo teniendo grandes datos de audiencia) y a que es una premisa de la que no se podría estirar mucho tiempo, es una serie que merece la pena y que si evoluciona bien, podría entrar en el podio de la gloriosa etapa de ficción de animación adulta que estamos viviendo actualmente. Así que de momento, ¡Larga vida a Zorn!
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