jueves, 8 de septiembre de 2016

CRÍTICA: "BEN-HUR" (2016)

La imagen del cambio, pero...¿a mejor?


Es...complicado. Todos nos sido testigos alguna vez de como algo que ya nos gustaba de por sí es remodelado, reconstruido, "modernizado" podrían a atreverse a decir algunos. Podríamos hablar de mil cosas, pero dejando de lado lo material, lo tangible, me refiero más bien a videojuegos, canciones, shows de televisión, series o películas. Y la dificultad a la hora de juzgar la nueva versión es...complicada. En muchas ocasiones no sería si quiera justo comparar ambas formas. Y esto lleva recorriéndome la cabeza varios días. Veréis, el pasado 1 de septiembre Paramount, en colaboración con los Cines Princesa Renoir (Madrid), nos cedió un pase de prensa para ver Ben-Hur, y tengo la cabeza hecha un lío. Y creo que lo más honrado es hablar primero de la versión de 2016 de forma "aislada" y luego exponer mi opinión tras cada asunto a exponer. 

"BEN-HUR" (2016)


En caso de no saber nada de esta película, la historia, paralela a la vida de Jesucristo, habla sobre dos amigos que se criaron juntos en Jerusalén; uno de ellos es de origen judío (Judá Ben-Hur) y el otro es el hijo bastardo de un senador romano (Mesala). Mesala es llamado a Roma y volverá convertido en un verdadero oficial del Imperio, lo cual hará que la relación con su amigo tome un rumbo distinto. Y poco más podría decir sin arruinar el disfrute de la misma. La trama está bien estructurada, además es evolutiva, por lo que veremos a los personajes en diferentes situaciones y lugares en vez de desarrollarse en un espacio limitado a unos entornos concretos. La premisa permanece estable mientras que la historia va añadiendo obstáculos que deben ser superados sin hacer que se alejen absurdamente de la línea argumental. Por otro lado es, a mi parecer y por muchos motivos, totalmente distinta a la versión de 1959 así como a las demás. No es una queja, sino un hecho. Entre todo lo que hemos visto en pantalla de Ben-Hur, sus diversas adaptaciones a cine y televisión, cada una toma un enfoque distinto: unas se centran en el mensaje cristiano, otras le dan importancia a la rivalidad de los dos "hermanos", otras otorgan mucha importancia a las relaciones familiares y sentimentales. Esta última versión es la que más se centra en quien lleva como nombre el título de la cinta. No solo la actuación de Jack Huston (Judá Ben-Hur) destaca entre las otras grandes actuaciones, sino que en el desarrollo del metraje se nota que él es el centro, es a su alrededor donde se desenvuelven los demás personajes y sucesos. Esto también es quizá una muestra de cómo funciona el cine americano actual, cosa que se refleja en muchos otros aspectos, aunque de eso hablaré más tarde.

El guión, notablemente recortado respecto a sus antecesores, opta más por la descripción visual que por la narrada. No obstante se mantiene bastante fiel a las bases, las conversaciones importantes contienen el material relevante y es muy difícil, prácticamente imposible perderse en su avance. La única pega que le pudiera poner es respecto a los dos protagonista, y aquí he de hablar un poco de la historia, la parte que ya conocen los que vieron otras versiones en cualquier caso, así que cartelito de SPOILER y yo ya avisé. Judá y Mesala se enfadan y tal todos lo sabemos, pero se nos muestra más como una pelea leve que como el grave asunto que es en realidad. Sin embargo cuando vuelven a encontrarse, habiendo regresado Judá a Jerusalén, es como que la rabia surge de repente, nada nos da a entender que están enfadados menos el simple hecho de que buscan la muerte del otro, y tampoco con mucha pasión ni ardor por ello. Lo cual, aun habiendo tenido una evolución sin tropiezos, deja esa parte de la trama colgado de un hilo. En contraste, me ha encantado el trato a Pilato, el personaje cobra mucha fuerza como el líder romano en Judea, y la actuación, aunque escasa en lo que podemos bien, concuerda con el personaje. 

Visualmente es indudable la mejora técnica que el cinematógrafo ha adquirido con el paso de los años. Sin ser un espectáculo de luces y explosiones típicas de una película de Vin Diesel o Daniel Craig está muy bien depurada, la imagen es nítida y los planos captan muy bien el movimiento, así como las emociones del momento, especialmente la agresividad y brutalidad de ciertas secuencias. Así que por muchos detractores del largometraje que pueda haber esto no lo van a poder negar.

"BEN-HUR" (2016)

Para los que no quieran muchas comparaciones diré que la película es entretenida, cumple con sus objetivos de una forma bastante noble, y aunque la ejecución no sea perfecta es sin duda accesible a todo el mundo y totalmente disfrutable. Una cosa es cierta, si no has visto ninguna de las dos versiones y te gusta el cine para mí es obligatorio ver la de 1959 primero, pues de hacerlo al contrario no serás capaz de apreciar tanto es versión "original" que significó tanto para el Hollywood de la época. 

Y ahora sí, necesito poner ambas películas sobre la mesa y ver qué ha pasado desde 1959 hasta 2016. Aviso que necesitaré hablar de elementos existentes en la nueva que no aparecen en la antigua cinta, así que habrá que ver la película (para aquellos que tengan miedo no temáis, es entretenida y te hace apreciar mucho más la anterior).

"BEN-HUR" (2016)

Lo primero, que ya he comentado, es que la historia es completamente distinta, tanto argumentalmente como en sus bases. ¿Qué hace que pase esto? Pues no hay solo un agente que facilite este cambio. La mayor culpable sea posiblemente la alteración de las relaciones entre ciertos personajes. Esther se casa con Judá antes de que Mesala llegue de sus batallas. Mesala parte a Roma cuando ya  es adulto, por lo tanto Judá también lo es. Esto es más importante de lo que pueda parecer a simple vista, pues significa que estos hermanos tienen una relación entre adultos antes de que el romano parta en sus viajes. Esta relación cobra mucha más fuerza, y mientras que en las partes amistosas de la relación se muestra esta fuerza, el enfado, como he comentado antes, se nota extraño, no solo por serlo en sí, sino porque es más complejo de lo que nos muestran cuando una relación está tan arraigada. Más elementos varían pero los dejaré para el descubrimiento personal.




Otro agente del cambio es la ambientación. Los vestuarios y escenarios están cuidados (menos algún detallito como que las costuras se vean igual que en la ropa actual), pero las actitudes de los personajes, la forma de relacionarse...no me sentía en Jerusalén durante la ocupación romana, más bien en algún lugar de Estados Unidos. Han americanizado el film, lo han adaptado ya no solo a los gustos actuales si no a los métodos del nuevo Hollywood. 

Todas estas comparaciones no son hablando en cuanto a la valía del film, no busco decir que uno es mejor que otro. Algo más de importancia cobra el hecho de que fuese uno de los mayores despliegues del cine estadounidense hasta la época, con un presupuesto mayor a 15 millones de dólares, con el valor que tenían antes claro está. Es una comparación de la ejecución, las formas y métodos usados en la época contrapuestos a los actuales. En la versión "original" encontramos largas escenas con la cámara fija en un plano que con suerte se intercalaba con otro plano distinto; estas contenían largos diálogos que no obstante estaban llenos de sentido en toda su duración, se notaba algo más de naturalidad en las relaciones en detrimento del tiempo que llevaban. Hoy en día el diálogo decae a favor de las imágenes y los sonidos, pero si esas imágenes no son capaces de llenar la trama con el sentido que le da el diálogo no servirá de nada este cambio. Este no es el caso pues creo que la dirección, aunque en alguna ocasión peque de impresionista, permite que la historia sea comprensible y se desenvuelva sin problemas. Por otro lado la elección musical me parece totalmente inadecuada. En 1959 se añadieron sonidos que pudieran haber existido en la época romana (tambores y trompetas generalmente) y la melodía acompañaba en todo momento a los acontecimientos, haciendo más fácil que uno se sumergiese entre los largos diálogos. Ahora tenemos sonidos electrónicos, músicas que pretenden ser dramáticas, emotivas o excitantes, y no hacen más que romper la estética del momento. No todos podemos ser Máximo Décimo Meridio en sus últimos momentos en la arena, con esa música vocal de fondo a la que pocos ojos sobrevivieron las cataratas. 

Pequeña mención a la trama cristiana en el film. En la versión de 1959 tiene mucho más sentido e importancia, y en ningún momento encuentra la necesidad de acudir mucho a imágenes de Cristo, pero mantiene ese misterio y mantiene al hombre misterioso, evitando mostrar su rostro, dejando esa intriga que, sin ser intensa, no podemos negar su existencia. La última película intenta seguir los pasos en este arco argumental, pero se lo carga totalmente. Se nota una historia mucho más artificial a la hora de introducirla en la trama y mucho menos mística en sí misma. 

Tampoco quiero ser aburrido y repetitivo, así que concluiré aquí. El nuevo film no se trata de ningún monstruo, pero asesina la permanencia del anterior en la posición que tenía. Al igual que Star Wars 7 no destruía las bases lo que sus predecesoras habían establecido, sino que las continuaba con fidelidad a lo ya dicho y permitiéndose las licencias solo en terreno nuevo, Ben-Hur (2016) acaba con la anterior, ya que nos muestra algo más accesible al público actual haciendo así que poco a poco decaiga con el paso de las generaciones. No por ello debemos odiarla, pero quizás sí preguntarnos: ¿era necesaria? 

Por Diego Gozalo Pascual/ @DieGozalo97

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