Ya ha llegado. Es lo único que nos sube un poco el ánimo al terminar las vacaciones de verano. Es la única medicina que conocemos para sobrellevar esa desgana de volver al trabajo o a clase. Sí, estoy hablando de las series. ¡Es momento de nuevas temporadas! Y hoy vengo a recomendaros una que el próximo 22 de septiembre estrena su tercera temporada... y por si fuera poco se estrena el día 24 de octubre en Mediaset (Cuatro, Telecinco, FDF y Divinity).
Descubrí esta serie hace un par de años cuando acudí a un festival de series y me metí en la sala de cine sin tener ni idea de qué iba el asunto. Al terminar el episodio yo ya estaba totalmente enganchada. Me había convertido en una yonki en tan solo 45 minutos. Y es que “Cómo defender a un asesino” en inglés “How to get away with murder” (hay que ver cuánto daño ha hecho la LOGSE) es una de esas series que cada final de episodio te deja con ganas de más y más y más y acabas despierto a las 3 de la mañana sabiendo que al día siguiente tocan campana a las 7 mientras te repites a ti mismo “un episodio más y me duermo”.
Los protagonistas de esta historia son cinco alumnos de la universidad de derecho de Filadelfia que tienen la desgracia de entrar en la clase de Annalise Keating (Viola Davis) y rápidamente se incorporan a su despacho viéndose envueltos en un gran problema: un asesinato. El primer episodio ya nos deja un poco descolocados porque comienza con cuatro de esos alumnos deshaciéndose de un cadáver ¿el de quién? Bueno, eso os dejo a vosotros que lo averigüéis cuando la veáis.
Todo esto se nos cuenta por medio de flashbacks y flashforwards (rebobinar y dar pa’lante de toda la vida) que van alternando con la actualidad. A la vez que se va resolviendo la trama principal en la que se encuentran los muchachos, en el despacho de su profesora van enfrentándose a una serie de casos distintos que los ayudan a conocerse mejor y crear vínculos entre los protagonistas.
En la segunda temporada, tras un final de la mid season brillante, ésta se hundió con todo el equipo durante su segunda mitad con una trama terriblemente floja, como cuando subes unas escaleras y crees que hay un escalón más pero resulta que no y te tropiezas. Pero aun así no puedo estar esperando con más ganas la tercera temporada porque, y a pesar de lo que acabo de decir, el final del último episodio me volvió a dejar ojiplática y con un millón de preguntas.
En definitiva, es una serie llena de suspense, traición y mentiras en la que cada capítulo te encoge el corazón por la desesperación de no saber qué es lo que está ocurriendo y, como ya he dicho, con esos finales que nos ponen la miel en los labios y nos dicen “Ahora a esperar una semana más.”.
Por @Polichineva
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