La serie creada por Jonathan E. Steinberg y Robert Levine para la cadena Starz vio la luz el 25 de enero de 2014. Actuando como precuela de La isla del tesoro (Robert Louis Stevenson, 1883), narra los eventos ocurridos veinte años antes de los contados en el libro, en plena Edad de Oro de la piratería.
Así, la trama base de la serie es la búsqueda del tesoro del
Urca de Lima. Será el entonces cocinero John Silver quien descubra la última
parte del mapa que lleva al oro, comenzando así una serie de traiciones y
acuerdos que desafiarán a los protagonistas a la vez que harán ver su verdadera
naturaleza y hacen avanzar la trama central.
Lo cierto es que comencé a ver la serie en busca de un nuevo
Piratas del Caribe, con esos
elementos de fantasía que tanto caracterizan a las películas. Sin embargo,
acabé descubriendo algo mejor: piratas «de verdad», con elementos reales que
puestos en situación pueden ser incluso más aterradores que el famoso Davy
Jones. Aparte de su increíble y lograda producción, con unas localizaciones
dignas de admirar, Black Sails cumple
lo que tanto se le exige hoy en día a una serie como es el guión.
Organizando
la serie en torno a distintas subtramas, se logra que cada movimiento tenga
consecuencia en los actos y decisiones de otros personajes y por lo tanto la
trama base avance. La política, las maquinaciones y las traiciones son algo a
la orden del día.
La primera temporada es la más inferior de las tres que actualmente se han emitido, con un ritmo más lento y que puede acabar cansando. Sin embargo, es necesaria ya que sienta las bases de los personajes y el recorrido de éstos en la segunda temporada, mucho más llena y rica de detalles tanto del presente como del pasado, en este caso del Capitán Flint. Con un mejor control de las situaciones y personajes y cargada de cliffhangers, la segunda temporada es ya una zona de confort tanto para los creadores y guionistas como para los personajes, transformándose del todo en el crudo relato de piratas que actúa bajo la premisa de que todo vale para sobrevivir en un mundo así. La tercera temporada, emitida este mismo año, frenó el ritmo y se recreó en situaciones que aunque no hacen avanzar la trama base, de nuevo pone en el podio a los personajes, a su desarrollo y a sus motivos para hacer lo que hacen,
aunque siempre sin perder las características
del guión ya mencionadas de giros y cliffhangers.
Sin duda los creadores se han encargado de preparar el terreno para la cuarta
temporada, el capítulo final, allanando el camino para las próximas batallas y
enfrentamientos.
Aun así no todo gira en torno a las situaciones y
personajes, dejándonos con escenas de batalla tan buenas como esta, demostrando que su
Emmy a los mejores efectos especiales es más que merecido.
El último aspecto a mencionar, pero no menos importante, es
la banda sonora de Bear McCreary, también compositor de la música de Outlander, Da Vinci’s Demons o Battlestar
Galactica. Por si acaso la tan lograda ambientación no era suficiente,
McCreary consigue que escuchando una de sus canciones uno sea transportado al
mundo pirata, tan visto y reproducido en películas que sin duda es todo un logro
conseguir esto. He aquí uno de mis temas favoritos, además del tema principal
de la serie.
Es entonces una de las mejores series de aventuras actualmente
en emisión. Atractiva a primera vista por sus batallas y ambientación, acaba
embaucando por sus personajes y situaciones, si bien es cierto que su ritmo no
siempre le hace la justicia que merece.
Nota: 8.5/10
Para ir abriendo boca a todos aquellos que hayan visto las
tres temporadas, aquí dejo el teaser trailer de la cuarta, con un misterioso y
desconocido narrador que por ahora no hace más que aumentar las ganas de que
llegue enero.
Por @Ivanblacky_
Por @Ivanblacky_
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