“La esperanza es muy peligrosa, puede volver loco a un hombre”
Ellis Boyd “Red” Redding,
prisionero de Shawshank
Tal vez si, tal vez pueda volverte loco…al igual que el dolor. Este puede convertirte en una neblina, una sombra de ti mismo que recuerda vagamente a esa persona que fuiste una vez. Es un puñal de hielo que se te clava en el pecho y aunque sientas que la sangre abandona tu cuerpo dejándote sin aliento...no es real. Pero es tan intenso que puede convertir el mundo que te rodea en una sucesión de espejismos que flotan ante ti entre un latido y otro.
La mente humana es la
historia inacabada de un río de infinitos afluentes…y uno de ellos, uno tan
solo, puede convertirte en un más que digno inquilino de una habitación
acolchada. Pero si sabes remar, si tus brazos roban fuerza de todo aquello por lo
que merece la pena luchar, bastará con un simple giro de muñeca. Y ese giro es
la ESPERANZA...y puede salvarte, a pesar de lo que diga “Red”, “el hombre que
consigue cosas". Sentir el dolor, aunque este tenga formas extrañas, no es estar
loco...es estar vivo...
Y puede que ese sea el
motivo por el que John River sigue “remando”. Porque lo sabe…
NICOLA WALKER, STELLAN SKARSGARD, GEORGINA RICH |
River (Stellan Skarsgård) es un detective de la Policía Metropolitana de Londres muy valorado tanto por sus superiores como por sus compañeros. Pero un día "Stevie" (Nicola Walker) su amiga y compañera de trabajo, es asesinada sin ningún tipo de motivo (aparentemente) y John es testigo de este crimen a sangre fría. Desde ese preciso instante su mente se rompe, se fisura. La incomprensión por esa perdida mediante un crimen tan atroz, no solo se convierte en una dolorosa obsesión, sino que además ese dolor es tan intenso que su psique proyecta ante él la imagen de su compañera muerta y la de otros muertos relacionados directa o indirectamente con el caso. Y aún a sabiendas de que aquello que ve no es real (porque él es totalmente consciente de ello) habla con estas “apariciones” sin importarle las personas que tiene a su alrededor.
Esto le acaba llevando a sentarse en varias ocasiones en un sillón ante la psiquiatra de la policía (Georgina Rich ) pues John, de momento y a pesar de todo, aún conserva su puesto de trabajo. Es un gran policía y un hombre respetado por todos y saben que ha sufrido mucho…y lo sigue haciendo. Su nuevo compañero, Ira King, un policía árabe (Adeel Akhtar) asombrado en un principio por el comportamiento de River, acaba adaptándose a la situación. Tal vez cree que John está perdiendo la razón en beneficio de un bien mayor.
Las alucinaciones no son ni más menos
que la personificación de cada uno de los sentimientos que arden bajo la mente dañada
de River; este las usará para resolver el caso y con ello tal vez logre encontrar la
paz.
ADEEL AKHTAR |
Producción de la BBC que una vez mas muestra al mundo de lo que es capaz de hacer una televisión pública (que envidia) que apuesta por unas producciones de una calidad incuestionable como es el caso de la serie de la que os hablo.
Un excelente guion narrado entre esos claroscuros que conocemos de “lugares” como
“The Killing”, “Bron Broen” (El puente) o incluso “The Fall”. Y como en estas
series mencionadas, los personajes tienen PERSONALIDAD, y perdón por la
redundancia, pero es así. No escucharemos diálogos ramplones que servirán para
mostrarnos quien es el bueno, el malo…o el jefe cabrón. Eso no sucede aquí, pues
el desarrollo de cada uno de los personajes se deshila como un ovillo gracias a
unas interpretaciones sobresalientes que dotan a la serie de un intimismo que se
te clava dentro y te lleva a que, sin apartar los ojos de la pantalla, pulses el
botón del mando para pasar al siguiente capítulo.
Y claro, luego está Stellan Skarsgård. ES JOHN RIVER. Y no me refiero a que interprete ese papel, sino a que es ÉL. Y eso es lo mejor que puede decirse de un grandísimo actor cuando tras el primer minuto deja de ser aquel malvado traidor de “Ronin”, uno de los actores fetiche del malvado Lars Von Trier (no os enfadéis, es broma) o el científico algo desquiciado de “Thor” o “Vengadores”. Stellan asume el trabajo de transformarse en River y se nota que lo disfruta y lo “sufre” a partes iguales. Su estatura de nada menos que 1´90 no es óbice para que el dolor que sufre su alter ego no lo haga encoger muchos centímetros ante nuestros ojos. El rostro de “John” se transforma y se difumina con cada una de sus visiones. Lo mismo sucede cuando estas se marchan y se da cuenta de que una vez más ha estado hablando solo en plena calle, en el departamento de policía o con el asiento trasero y vacío del coche, ante la estupefacta mirada de su compañero sentado a su lado.
Tenéis una única temporada de tan solo seis episodios (actualmente en Netflix) para conocer a John River y su "problema".
Creedme merecerá la pena...porque según dicen el tiempo lo cura
todo y es cierto. Pero no hay nada más humano que no olvidar y pretender
reconquistar el orden que estableciste como “oficial” buscando justicia para
aquellos que ya no pueden defenderse...Y aunque la esperanza de conseguirlo te lleve a
la locura, hay mas locos fuera de las habitaciones acolchadas que dentro de ellas.
Y si...la esperanza puede volver loco a un hombre...pero también salvarlo..
Al fin y al cabo todos estamos locos.
Y yo aún estoy vivo...
Y vosotros...
Norberto Piñar
@Ikarubi
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