Menudo episodio que hemos tenido esta semana, uno de los más interesantes por todo lo que va a suponer de ahora en adelante para nuestro equipo y su infernal aliado.
SINOPSIS:
El nuevo director va a la caza de captura de Quake y Reyes, los cuales están con Coulson en el Quinjet, dirigiéndose a desbaratar los planes del ente fantasmal, que posee el Darkhold y tiene retenido al tío de Reyes.
En medio de todo este entramado, descubriremos el verdadero origen de Ghost Rider y de los hechos que derivaron en DarkHold, los cuales van a suponer un duro problema para Coulson y todo el equipo, incluido Ghost Rider.
OPINIÓN:
Cuando ves a Ghost Rider , este televisivo en pantalla, te preguntas por qué narices, no estaría Gabriel Luna, en la adaptación al cine y no Nicholas Cage. Este zagal ha nacido para ser Ghost Rider, lo clava, siente ese remordimiento por ser lo que es , pero a la vez disfruta haciendo pagar sus fechorías a aquellos malhechores que las realizaron. En este episodio queda claro cuando describe como llegó a convertirse en la criatura, que todo lo que hizo, lo hizo por un bien, o por dos, es decir venganza y principalmente salvar la vida de su hermano, a pesar de ese sentimiento de culpa, por haberlo postrado en una silla de ruedas, para toda la vida.
Volvemos a encontrarnos con que el nuevo director, esconde algo muy truculento, ya que va de frente a por Quake y Rider, quiere mantener su imagen y la SHIELD limpia y no tiene reparos en deshacerse sibilinamente de Simmons, con el fin de que no interfiera en sus planes sin importarle mucho las consecuencias que en un futuro tales acciones puedan tener en su contra.
Por último descubriremos que el responsable de todos los sucesos con los espectros, derivados del poder de Darkhold, no es quien se pensaba y las consecuencias finales de repetir el experimento han derivado en la aparición de una nueva amenaza mucho más poderosa de lo que eran los espectros.
En resumen, todo parece que se va a tornar más oscuro y más enrevesado a partir de ahora y ya estoy con ganas de ver que nos depara el siguiente episodio.
Por José María Molano
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