miércoles, 23 de noviembre de 2016

RECOMENDACION DVAS: ¨THE FALL¨ + RESEÑA 3º TEMPORADA



The Fall (2013 – 2016) es una miniserie creada por Allan Cubitt que se centra en la vida de Paul Spector (Jamie Dornan) como asesino en serie y de Stella Gibson (Gillian Anderson) como investigadora de los asesinatos cometidos por Paul.

La característica que más me llamó la atención de la serie al principio fue la forma en que muestra ambas monedas de la misma cara, el arduo trabajo de Stella para descubrir a Paul y la forma en que éste acaba con sus víctimas, con pelos y señales, sin omitir nada. Desde el primer momento dejan claro que la serie va a romper tópicos: Paul no es el asesino solitario que aguarda en un callejón oscuro para atrapar a su víctima, de hecho tiene una familia a la que aprecia y múltiples escenas lo dejan claro, y Stella no es la policía que sigue las normas al pie de la letra sino una mujer casi sin sentimientos a la que no le importa mancharse las manos para conseguir lo que quiere.

Es cierto que la serie tiene un ritmo lento que se acrecienta al ser capítulos de aproximadamente una hora, pero al terminar, uno se da cuenta de que todas las escenas son escenas muy buenas dramáticamente hablando. Por poner un ejemplo que no destroce demasiado el argumento, una situación tan simple como es una rueda de prensa sobre una víctima estará cargada de tensión simplemente por el hecho de llevar Stella dos botones de la camisa desabrochados y mostrar más escote del que debería en situaciones así.

La primera temporada se centra más en una lenta y detallada presentación de los personajes, en la forma en que cada uno de los protagonistas hace su trabajo, y allana el camino para futuros encuentros entre ambos. Uno espera más, pero como he comentado, al terminar se da cuenta de que lo que ha visto es bueno, poderoso, y necesita pasar a la segunda temporada.


La segunda temporada es para mí la mejor, la mezcla perfecta de indagar aún más en los personajes y provocar breves pero intensos encuentros entre los personajes. Se convierte así en un duelo de titanes, en una pelea por demostrar quién tiene más poder y quién va a ganar la batalla. Ambos son inteligentes, tanto como el hecho de que ambos tienen fallos que les facilitará el ser atrapado por el contrario. La analogía más sencilla y que más uso para recomendar esta serie es la relación entre Hannibal Lecter y Clarice Starling (o Will Graham, para quien únicamente haya visto la serie): se complementan el uno al otro –¿qué sería del ratón sin el gato, o de éste sin el perro?– y por solitario no serían personajes tan interesantes.

Esto que comento de la segunda temporada se condensa y muestra en un gran episodio final de hora y media de duración donde el duelo de ambos sale al exterior con resultados, sin entrar en spoilers, fatales para ambos (más para uno que para el contrario).
Antes de entrar a comentar y reseñar la tercera temporada (incluyendo spoilers, aviso para quienes aún no la hayan visto), me gustaría dejar claro que a pesar de su ritmo –lento, pero no aburrido–, es una serie casi obligatoria. No sólo por el casting, sino por las situaciones dramáticas comentadas y, sobre todo, las subtramas. Alan Cubitt consigue amenizar la espera del “gran momento”, el encuentro entre ambos, con subtramas que indagan en el pasado de los protagonistas o en la vida de los personajes secundarios, sin duda personajes más que interesantes por la forma en que afectan la vida de los principales.


Y sin embargo, la tercera temporada ha supuesto una importante bajada de nivel que ni siquiera las subtramas han conseguido sostener. Era difícil superar el capítulo final de la segunda temporada, así que llevaba las expectativas algo más bajas de lo habitual siendo consciente de ello; el problema es que el globo se desinfló con demasiada rapidez. Es interesante ver la desesperación de Stella ante un Paul moribundo, pues si acaba muriendo todo habrá sido en vano, pero la cosa no va más allá de eso.
 Rose Stagg, un importante clave para el desarrollo de la serie, queda reducida a la víctima con dificultades para recuperarse; Katie Benedetto roza la ridiculez mostrando una insana obsesión por Paul cuando un personaje que simplemente intenta defenderle, o demostrarle al mundo que Paul no es ese asesino, habría funcionado mucho mejor; el resto queda aún más relegado a un segundo plano para tener intervenciones apenas notables.

Sin duda, la tercera temporada se ha mantenido en pie gracias a Gillian Anderson y Jamie Dornan así como la trama de ella; ¿qué hacer con la trama de él cuando, supuestamente, pierde la memoria? Consiguen resolverlo de una forma más o menos buena, pero se queda en el intento. Por otra parte, más que olvidable me parece la trama de la enfermera al cuidado de Paul Spector: cumple los requisitos físicos de las víctimas a las que Paul asesinaba y además, según avanza la temporada, muestra signos de enamoramiento para con él. Una vez Paul abandona el hospital dejan la trama en el aire, sin resolver, cuando habría sido interesante verla a ella intentando entrar en su terreno.


La palma se la lleva el último episodio. Una vez más ambos personajes se encuentran cara a cara, con fatídicos resultados no sólo para los personajes, sino para la serie en sí. En un intento de dejar boquiabierto al espectador hacen situaciones inverosímiles y que ayudan a ese globo desinflado. ¿Cómo es capaz Paul Spector de hacer lo que hace con Stella siendo tres contra uno y sin haberse ejercitado durante semanas? ¿Para qué poner patas arriba el centro en el que está internado para suicidarse cuando puede hacerlo sin montar tanto revuelo? En momentos así el espectador espera algo casi épico –una huida, tal vez– y al final acaba sintiendo, en mi caso, una pequeña decepción.


En definitiva es una serie más que recomendable y aún más disfrutable a pesar del fallo que supone la tercera temporada. ¿Será The Fall uno de los casos en los que dejar un final abierto como lo es el de la segunda temporada hubiese sido más efectivo? Sea como sea, es indudable que con sus dos primeras temporadas se ha colocado entre los mejores thrillers policíacos de la televisión de nuestros días.

Por @Ivanblacky_

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