Antes de nada tengo que deciros que soy Fan absoluta de la Navidad. Pero fan fan fan,como una fangirl de Justin Bieber .De hecho, si la navidad fuera un cantante de rock le tiraría el sostén al escenario y le gritaría eso de “quiero un hijo tuyo”. Y esta obsesión empezó desde bien chiquitita, cuando vi el tráiler de “Pesadilla antes de Navidad”, desde esas pocas escenas que te ponen la miel en los labios ya me apasionó. Cuando por fin esa película llegó a mis manos no había semana en la que no la viera por lo menos dos veces. Más tarde no dejaba pasar una navidad sin visionar películas como "solo en casa" "Cuento de Navidad" (de los Teleñecos, por supuesto) y demás.
Finalmente en mi adicción a ese polvillo blanco conocido como "nieve" me pasé a cualquier película que estuviera ambientada en la Navidad y con eso me refiero a todas las películas de sobremesa que ponen en la televisión. Sí sí, esas películas tan malas y tan predecibles en las que todo se soluciona con un beso en un paisaje nevado y lleno de luces de colores.
Pero no vengo a hablaros de ninguna de esas, realmente no es ni parecido, porque en DVAS hemos querido hablaros de esas películas que para nosotros completan la Navidad incluso sin tener nada en absoluto que ver con ésta. Esas películas que podemos ver todo el año acompañados de una buena bolsa de palomitas pero que NECESITAMOS ver en estos días con un polvorón. Así que, sin más dilación, vamos al turrón (os quejaréis del chistaco eh)
Si hay una película que me veo forzada moralmente a ver todas y cada una de las navidades esa es nada más y nada menos que "Rompe Ralph". Los que me conozcan dirán “Qué obvio Eva, una película de animación y encima que incluye personaje de videojuegos retro…para nada nos lo esperábamos…” Y es por eso precisamente por lo que me encanta. No puedo evitar sentir esa atracción hacia todo lo retro y ese amor hacia todo lo infantil y esta película unifica ambas cosas ¿Qué más puedo pedir? Y por si eso fuera poco está plagada de paisajes hechos de chucherías!
No voy a contaros de qué va la película porque creo firmemente que todos y cada uno de vosotros debéis verla al menos una vez. Pero sí quiero deciros cómo me hace sentir y por qué verla cada año es tan importante para mí.
Adoro ver cómo los malos no son tan malos y no todas las cosas son lo que parecen. Me encanta desde el principio en el que vemos a los villanos de los videojuegos reunidos contándose sus penas en una terapia de grupo al más puro estilo Alcohólicos Anónimos, pasando por los distintos videojuegos y cómo se las apañan los personajes en un ambiente que no es para nada a lo que están acostumbrados, hasta el final que me resultó inesperadísimo y me fascinó. Dios! Es que sólo de escribir estas palabras mi corazoncito da saltos!
La cuestión es que tiene algo que me hace olvidarme del resto del mundo. Algo me hace sentirme relacionada con Vanellope, puede que sea porque soy chiquitita y, a veces irritante, o puede que (como muchos) de vez en cuando me siento como una glitch.
Esta película me hace tener esperanza, creer que la gente puede cambiar y podemos aceptarnos a nosotros mismos tal como somos y aun así saber que podemos cambiar nuestra vida sin perdernos en el camino a nosotros mismos. Que, a pesar de que no siempre nos guste nuestro trabajo o lo que hacemos, podemos disfrutar de las cosas y la gente que nos rodea y, lo más importante, que podemos ver el lado positivo de nuestra propia vida.
Verla me hace recordar muchos momentos de mi infancia y me hace sonreír en más de una ocasión. Y es eso lo que a mí me hace sentir la Navidad, me hace ser feliz, regresar a la infancia y caer en la nostalgia. Por eso esta película es mi “must” de cada Navidad y os la recomiendo encarecidamente a todos.
Por Polichineva
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