Basada en la obra de Philipp K. Dick, este invierno nos ha llegado la segunda temporada de esta serie producida por Amazon y que en mi caso me atrapó en su primera temporada, si bien es de reconocer que la temática y el ritmo puede que no sea a gusto de todos/as...pero paso por paso.
SINOPSIS:
Enmarcada en un mundo distópico en el que el eje Alemán y el eje Japonés han vencido en la II Guerra Mundial, han pasado veinte años desde su victoria, Hitler está delicado de salud y la paz entre ambas potencias pende de un fino hilo, alterado por la existencia del " The Man in the High Castle", cuyas misteriosas películas están provocando quebraderos de cabeza en ambos lados del eje.
OPINIÓN:
En su primera temporada veíamos como Julianna Crane (Alexa Davalos), centraba el protagonismo de los diez episodios, en busca de una misteriosa cinta en poder del "Hombre del Castillo Alto", (a partir de ahora mejor decirlo en inglés que suena mejor) tras la cual andan tanto los alemanes como los japoneses. Al final se descubría que aquella filmación hablaba de un futuro o presente alternativo en el que el mundo se había desarrollado tal y como lo conocemos y sobre todo...la existencia de la bomba atómica, pero no sólo eso si no que descubríamos que el personaje del primer ministro japonés encarnado por Cary-Hiroyuki-Tagawa, era una especie de viajnte del tiempo un simple soñador...porque esa fue la última escena que vimos en la primera temporada.
Pues bien en esta segunda, es verdad que era un viajero temporal y que había otros como él, conoceremos a "The Man in the High Castle", otro viajero, aunque no se nos indique claramente, la acción y enfoque se moverá entra la consecución de la bomba atómica y los esfuerzos de la Resistencia por acabar con ambos eje y sobre todo veremos a un Reich tambalearse por la muerte de Hitler...aunque los dos últimos episodios darán la vuelta a todo lo que se presuponía y nos van a dejar con ganas de una tercera temporada, que a estas alturas no es segura del todo.
Si tenéis un poco de tiempo dadle una oportunidad, puede que el ritmo no sea el más intenso, pero si se aprecia con interés, es una serie de las que dejan buen sabor de boca.
Por José María Molano
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